Para liberar individuos, el materialismo dialéctico de los que simpatizamos con tradiciones de izquierda, en este momento, no nos está resultando útil. Hacer evidente la injusticia no funciona, porque es la injusticia lo que justamente todos quieren. Los libertarios son los que más claramente en este tiempo han sabido vibrar en la frecuencia de nuestra realidad psíquica. Lo lograron porque rompieron ataduras morales, y expresan mejor que nadie el egoísmo, la crueldad y desprecio por el otro ínsito en la sopa capitalista. Pero adolecen de un problema para concretar sus propósitos. Es que, al margen de lo que diga la realidad psíquica, la realidad material, al último, se termina vengando.