Israel ha sido derrotado. Después de quince meses de lucha, Israel se rindió ante la Resistencia. Esta rendición refleja la admisión por parte de Israel de que no podía reocupar Gaza, destruir la resistencia, llevar a cabo una limpieza étnica de los palestinos, contrarrestar a los grupos de resistencia regionales ni sostener la guerra por más tiempo.
El giro fascista de Elon Musk no es en absoluto desconcertante. Todo tiene que ver con el trabajo. Todo empezó cuando los trabajadores de Tesla intentaron sindicarse en 2017. Musk se opuso ferozmente al intento de sindicalización, y ganó. Hoy, Tesla es el único fabricante de automóviles no sindicalizado en Estados Unidos. Pero hay otras miradas supremacistas, esta vez sobre el magnate sudafricano, un cabecita con plata, que todo lo complica
La semana que viene, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, termina su mandato y será reemplazado por Donald Trump. Biden habría sido extremadamente popular entre el público estadounidense y probablemente se habría presentado y obtenido un segundo mandato como presidente si el PIB real de Estados Unidos hubiera aumentado entre un 4,5 y un 5,0% en 2024, y si durante todo su período en el cargo desde finales de 2020, el PIB real hubiera aumentado un 23%; y si, según los estadounidenses , el PIB real hubiera aumentado un 26% durante esos cuatro años. Y lo habrían felicitado si la tasa de mortalidad por Covid durante la pandemia de 2020-21 hubiera sido una de las más bajas del mundo y la economía hubiera evitado la caída de la producción provocada por la pandemia.
El nuevo inquilino de Bercy, Éric Lombard, oficialmente Ministro de Economía, Finanzas y Soberanía Industrial y Digital, fue, tras su nombramiento el 23 de diciembre, calificado por la prensa como un hombre de izquierdas o etiquetado a la izquierda. Desde luego, no es la primera vez que los miembros de los gobiernos de Emmanuel Macron heredan esta etiqueta. Pero esta vez hay tres diferencias.
Es un hecho: el neoliberalismo ha fracasado. Los principales ejes de las políticas aplicadas desde los años 80 -globalización, financiarización y represión social- han mostrado sus límites sociales, ecológicos y políticos. Pero este fracaso no significa el fin de la contrarrevolución a favor del capital que comenzó con el neoliberalismo. Al contrario, lo que está surgiendo parece más bien una aceleración de este fenómeno, con la aparición de una alternativa libertaria.
Para la excepcionalidad permanente que ha rodeado todo lo concerniente a Venezuela en los últimos años, los pasados días han sido de una normalidad –al menos relativa– en el país sudamericano. El “día D” tan anunciado por la oposición volvió a ser una nueva jornada de dilación y espera.
Uno piensa inmediatamente en la película Wag the Dog (o “Mentiras que matan”, como se tituló en Argentina), aquella en la que Robert De Niro interpreta al “doctor Brean”, un Joseph Goebbels o a un Jaime Durán Barba, pero del centro del imperio, para inventar una historia (y una guerra, en Albania) que distraiga al vulgo de un hecho que puede perjudicar al gobierno local.
El sociólogo, catedrático y doctorado en Ciencia Política por la Universidad de Harvard; Atilio Borón, analizó el crecimiento económico de China en el plano internacional y de las medidas que toma Estados Unidos en consecuencia al “sentirse amenazado” en su hegemonía, amenaza que da contexto al interés histórico pero creciente en los recursos naturales de América Latina, por parte del Estados Unidos, interés recargado con la futura presidencia de Trump.
Con la reelección de Donald Trump, una plutocracia de multimillonarios está a punto de hacerse con el control del Estado estadounidense. Todos ellos, como Elon Musk, son producto del capitalismo rentista surgido tras la crisis financiera de 2008. La confrontación con los intereses privados parece inevitable … y China. Sin embargo, en el patio trasero los conflictos se anestesian, muchos ya se sienten “amigos” de Trump y esperan gestos a la altura de sus deseos. Un “colonialismo aspiracional” ha nacido.
El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca el próximo lunes 20, acompañado por una corte impresionante de tecnoplutócratas , significará una parteaguas en la política global y que nuestro país no quedará precisamente al margen de esa tendencia.
Cada año, informanos sobre las actas anuales de la ASSA, la Alianza de Asociaciones de Ciencias Sociales, organizada por la Asociación Estadounidense de Economía. Es la conferencia de economía más grande del mundo, con más de 13.000 estudiantes y profesores de economía que asisten y cientos de trabajos presentados en sesiones que duran tres días. Y hay discursos de los "grandes y buenos" de la economía convencional, a los que asisten cientos de personas. Pero también hay sesiones organizadas por grupos de economía radical, a las que asisten unos pocos.
En la segunda parte del informe sobre las actas de ASSA 2025, desarrollada en los dás dos y tres de las sesiones, se analizan las sesiones de economía radical organizadas por la Unión de Economía Política Radical. Esta publicación se basa en una revisión de los resúmenes y los artículos presentados.
El multimillonario estadounidense ha publicado un artículo de opinión en el semanario «Welt am Sonntag» apoyando abiertamente a la AfD. Esta injerencia ha sido denunciada por la clase política alemana y revela la estrategia de la futura administración Trump respecto a sus «aliados». Igual les chupa un huevo, hablando mal y pronto.
A mediados de la década de 1930 el secretario general del Partido Comunista de Italia, Palmiro Togliatti, elaboró lo que sigue siendo el mejor análisis de la aparición en Italia del fenómeno del fascismo, un régimen reaccionario de masas. Con respecto al "fascismo" como concepto, es obvio que su literalidad histórica debe ser puesta en suspenso para la caracterización de fascista al régimen de gobierno actual. Es una operación controversial. Sin embargo las discusiones no se cierran (si es que se cierran alguna vez) "diciendo" que se han cerrado. Así como es una verdad de perogrullo, que la palabra gato no nos habla de ningún gato en particular, la categoría fascismo abre un debate para la caracterización del actual formato de gobierno , que no debe ser cancelado en nombre de ninguna vigilancia epistemológica. ¿No hay fascismo, hay fascismos? Ahí tenés una discusión ... "para tu piel de verano, muchacha".
Luigi Mangione, el sospechoso de ser el autor de los disparos que dieron muerte al CEO de UnitedHealthCare en Manhattan, hacía un seguimiento público de casi 300 libros que había leído o que quería leer. Entre ellos, publicó una reseña favorable del manifiesto de Ted Kaczynski, el Unabomber de los años 80 y 90, en su web de libros. Veamos ambos manifiestos, dos documentos notables de un fallo en la conversión de la desafección privatizada en ira politizada.
La historia de la guerra de Israel contra Gaza se puede personificar en la historia de la guerra israelí contra Beit Lahia, un pequeño pueblo palestino en la parte norte de la Franja. Te contamos su historia.
La derrota de Kamala Harris y el regreso al poder de Donald Trump van más allá de las debilidades de la propia candidatura de la vicepresidenta. Las contradicciones del proyecto demócrata –entre el partido de la globalización neoliberal y el partido histórico de los trabajadores– han llevado a una visión pro-statu quo resumida en la consigna «Estados Unidos ya es grande», lo que lo ha alejado de una gran parte de la población y lo ha vuelto ineficaz para frenar la «amenaza fascista». ¿Les resuena, evoca o rememora?
Edmundo González y María Corina Machado, el principal nombre propio del antichavismo, cuentan con algunos apoyos clave, en particular los de Argentina, Costa Rica, Ecuador, Perú, Panamá y, principalmente, Estados Unidos. También defienden la victoria de González otros como Alemania, Canadá, Francia, Italia, Japón o Uruguay –está por ver si el entrante gobierno de Yamandú Orsi modifica la postura de Montevideo–.El bloque oficialista, empero, cuenta también con apoyos significativos que han validado los resultados proclamados por el CNE. En la región, cuenta con el respaldo de Bolivia, Cuba, Honduras y Nicaragua; fuera de América Latina, le apoyan algunos como China, Irán, Rusia o Serbia.
El conglomerado administrativo vigente en el Estado americano no aceptará las reformas patrocinadas por el presidente electo Donald Trump y, aún cuando sus acciones como mandatario pudieren dañar seriamente al denominado 'Deep State' o 'Estado Profundo', precisará contar con la asistencia del Congreso para reordenar la tóxica maraña burocrática que caracteriza al gobierno federal.
Hablamos con el viceministro de Asuntos Exteriores de Cuba sobre las relaciones bilaterales con Washington y lo que queda del socialismo cubano en un periodo de escasez y malestar.