Gastón Fabian y Manuel Saralegui interpretan la crisis actual del peronismo a la luz de su historia y reafirman que la estrategia de deskirchnerizar el peronismo, impulsada por propios y ajenos, ha contribuido a doblegar las fuerzas del pueblo y su capacidad para torcer el programa colonizador de los grandes grupos económicos. No hay peronismo sin Cristina, como no lo había sin Perón en los años de proscripción.
Los partidos conservadores no consiguen suficiente apoyo de la población y presionan al Presidente Paul von Hindenburg para que nombre canciller a Hitler. Esperan con el partido NSDAP puedan formar un gobierno con mayoría. Más tarde, su expectativa de que puedan utilizar a Hitler para su propio programa quedará demostrado que fue una grave subestimación. El 30 de enero de 1933 llegó el momento. Von Hindenburg cedió y nombró canciller a Hitler. “Parece un sueño: la Wilhelmstraße es nuestra", escribe el más tarde el ministro de propaganda Joseph Goebbels en su diario. Hitler no fue elegido por el pueblo alemán, pero sí llego al poder en forma legítima. Se le "delegaron facultades", digámoslo con resonancias contemporáneas.
"Permítanme ahora correrme de la ficción y hacer un poco de historia, sin ninguna sorpresa, ya que se trata de cosas muy conocidas. En enero del año 1933, en Alemania, la mayoría del pueblo, entusiasmada por lo que se les aparecía como una inédita novedad, eligieron como Canciller (en ese entonces la máxima autoridad institucional del Reich) a un personaje grotescamente payasesco, ex cabo del ejército, pintor de tercera categoría, grosero y gritón, pero que prometía una radical refundación nacional que produciría un mileinio, perdón, un milenio de felicidad teutónica. Bien; a las pocas semanas de gobierno ya era completamente claro que la política del obsceno aullador solo podía conducir, a la corta o a la larga, a la catástrofe. Sin embargo, tanto aquellos que lo sostenían con convicción, como aquellos que lo habían votado quizá con reservas, pero con grandes esperanzas, esgrimieron básicamente dos argumentos para no cuestionar activamente su poder despótico: primero, que el Führer había sido consagrado mediante elecciones irreprochablemente legales y formalmente democráticas; segundo, que el gobierno aún llevaba poco de andar, que había que darle tiempo, tener paciencia, esperar" Eduardo Grüner.
El Gran Debate económico cubano, que se desarrolló entre 1962 y 1965, y dividió aguas entre los sectores pro-Moscú y las posiciones defendidas por el Che Guevara y Ernest Mandel, constituyó un punto de inflexión ineludible para entender la historia de Cuba en particular y el imaginario de transformación social en general.
Demencia es un concepto de la ciencia médica, que refiere al deterioro de funciones cognitivas y conductuales adquiridas. La principal causa son las enfermedades neurodegenerativas, la más frecuente el mal de Alzheimer. No hay que subestimar la sabiduría popular cuando puso recientemente de moda la frase “fingir demencia”. Es lo que parece que hacemos cuando el presente nos encuentra tolerando como normal lo que es ilógico, lo desconectado con la experiencia y la ley.
Los ataques a hombres judíos fueron un arma potente para los nazis. Como muchos alemanes no tenían ningún contacto con el pueblo judío, era fácil pintar un panorama sombrío de ellos. La incesante advertencia de que los hombres judíos eran una amenaza para las mujeres no judías o “arias” despertó la hostilidad de los hombres alemanes hacia los judíos, al tiempo que apelaban a su masculinidad. Reforzó tanto el patriarcado como la misoginia, ya que implicaba que las mujeres alemanas eran débiles y fácilmente seducidas por hombres judíos lascivos y excesivamente sexuales. Los nazis emularon la mentalidad que provocó el linchamiento de hombres negros en los Estados Unidos Jim Crow. Como aconsejaba Der Stürmer a sus lectores: “Así es como actúan los hombres con conciencia racial en Estados Unidos: linchan a cualquier negro que intente siquiera profanar a una chica de raza blanca”.
En esta nota revisamos los argumentos de una reciente publicación de Artemio López en la cual se pregunta por la eficacia electoral de la distribución del ingreso, el trabajo de las consultoras y las condiciones que permiten comprender el “lawfare”. Saludamos esta reflexión e intentamos precisar el alcance de algunos conceptos de Althusser que López convoca, poniendo de manifiesto su confrontación radical con los supuestos que dominan al pensamiento liberal y libertario.
Es necesario hacer el esfuerzo de no romantizar al presidente Milei y encarnarlo en las transformaciones estructurales que soportó el país pero también y fundamentalmente observarlo lejos del panelista disruptivo que era antes del atentado contra la vida de CFK. Javier Milei candidato y ya hoy presidente, resulta un efecto central del intento de femimagnicidio impune del 1 de setiembre de 2022 a las 20:52 en el barrio de Recoleta, y la vía regia de ejecución de “los discursos de odio” desde el aparato de estado que habilitó aquél grave atentado que dinamitó, ahora explícitamente, el pacto democrático consensuado en el año 1983.
Hoy que la cosa está fulería, y la contra se encolumna detrás del Peluca y otros soldados de la democracia republicana, es hora de reafirmar nuestro credo justicialista. Sí , es hora de recrear el peronismo... Pero no se trata de recitar las viejas veinte verdades.
La larga historia de derrotas de la izquierda produjo una historia igualmente larga de emociones difíciles. Sin embargo, los pensadores de izquierdas han ignorado a menudo la experiencia emocional de la derrota política al servicio de un ideal poco realista del revolucionario desinteresado.
¿Se ha vuelto reaccionaria la juventud europea? No nos apresuremos a llegar a esta conclusión. Por ahora, lo único que podemos deducir de la revuelta populista de los jóvenes es reactivo. La corriente política dominante no ofrece respuestas satisfactorias a sus quejas. Las promesas de prosperidad inclusiva de la izquierda no resultan convincentes cuando se comparan con el costo social de la transición ecológica. Las promesas de centroderecha moderada son falsas. Una vida plena de logros profesionales y comodidad económica no son creíbles frente a un mercado laboral de empleo precario. Es el centro político, con sus respuestas fáciles e inverosímiles, lo que puede estar alimentando la legítima rabia de los jóvenes.
En las elecciones del 29 de mayo, el antiguo partido de Nelson Mandela ha sufrido un derrumbe electoral. Fuerza hegemónica tras la caída del apartheid, el CNA impulsa ahora un «gobierno de unidad nacional» ,un recurso retórico habitual recurrir a la "unidad nacional" cuando el hambre merodea (Milei lo va a usar próximamente). Esta vez en Sudáfrica será utilizado para conseguir la reelección de Cyril Ramaphosa y permanecer en el poder.
Con “Operación Masacre” Walsh cruzó una frontera definitiva. Ese modelo insuperado para las generaciones posteriores de periodistas es al mismo tiempo una obra maestra de la literatura argentina. En cada edición, Walsh incluyó un epílogo diferente. Unos pocos fragmentos de cada uno revelan sus cambiantes estados de ánimo y opiniones.
El portaaviones insignia de la marina estadounidense, el buque USS George Washington, ahora de paso por mar argentino, es un arma destinada a que los países periféricos sigan siéndolo. Festejarlo es padecer un Síndrome de Estocolmo geopolítico. El portaaviones que estos días navega el mar argentino y chileno, y que el gobierno de Javier Milei saluda con entusiasmo, es un arma apuntada a la cabeza de China. Pero también a la nuestra.
Anderson sostiene tras este documentado recorrido que, aunque en un sentido diferente al que sostuvo Althusser, es fácil demostrar que hubo una evolución del Marx tardío hacia una concepción multilineal de la historia, nada determinista ni economicista, y alejada a su vez de la mirada eurocéntrica que pudo caracterizarle en etapas anteriores respecto a la cuestión colonial principalmente.
La actitud de senadores supuestamente peronistas fue decepcionante. Salvo UP la dispersión fue notable marcando los límites del tipo de unidad que hasta hoy domina el espacio popular democrático. Reconstruir un nuevo tipo de unidad no será sencillo pero sostener la vieja modalidad, conducirá inexorablemente a la "esterilidad histórica". Hay un largo camino por recorrer. Habrá que reconocer el liderazgo de Cristina Kirchner y ser fieles a aquello que enunciado en el año 2008 por Néstor Carlos Kirchner, hoy es doctrina en el kirchenrismo peronista: “Unidad sí, para bajar banderas,no”.
Muchas nociones se han propuesto, en los últimos meses, para tratar de entender lo que nos sucede: se nombraron cosas como “crueldad”, “sadismo”, “perversión”, etcétera. No nos conforma esa cierta psicologización de la política, y entonces, paradójicamente, para corrernos de ella vamos a proponer un término psicoanalítico: lo siniestro. Estamos aquí, entonces, para hablar, como podamos, de lo siniestro. Y de su amenaza. Que hayamos elegido este momento, esta época, para hablar de eso, cada quien lo interpretará como quiera. El verbo “querer”, asociado a lo siniestro, invoca sin duda un deseo, más la advertencia de cuidarse de su satisfacción.
La derrota de la izquierda reformista en 1973 y la sobreabundancia de mitos y leyendas. La vía italiana y las lecciones extraídas desde la Unidad Popular. Enrico Berlinguer y su célebre «Lecciones de Chile», advirtiendo que la «vía pacífica» carecía del momento hegemónico. El ineludible tributo a la obra de Antonio Gramsci allende los andes. Los años de plomo en Italia y la caída del «compromesso Storico» tras el secuestro de Aldo Moro (DC) a manos de las “Brigadas rojas”. La experimentación del Eurocomunismo y la irrupción de los teóricos del éxodo bajo el (post)operaismo -Negri y un largo exilio- para contrarrestar la crisis del obrero masa, y la debacle insalvable del marxismo vulgar.
Admiradora de toda la vida de J. R. R. Tolkien, la primera ministra italiana de ultraderecha, Giorgia Meloni, se ha apropiado de las fantasías de Tolkien para adaptar el fascismo al siglo XXI.
El siguiente artículo, aborda la última arma ideológica en la guerra comercial de Biden-Trump contra China: la "sobrecapacidad". Según políticos occidentales y economistas neoliberales, los subsidios industriales y la capacidad de producción de China son los culpables del déficit comercial de Estados Unidos y su aparente incapacidad para reindustrializar su economía.