Hace tiempo que están sonando las alarmas: hablan del capital habilitan el daño, legitiman el alarde y la celebración de la crueldad. Profesan el éxito de la fuerza, de la guerra, de la virilidad. Cultivan el ensañamiento contra las debilidades sucias, feas, malas, mendigantes.
El “no hay plata” es menos para las clases que gobiernan que para los trabajadores. En esa contradicción ya tenemos un rasgo de fascistidad, sostiene Rocco Carbone.
En los últimos años del siglo XX se crearon zonas económicas especiales que liberaron a los capitalistas de las limitaciones habituales de la soberanía popular. Este fenómeno vino acompañado del auge de ideologías libertarias radicales que pretenden acabar completamente con la democracia y en Argentina lo están intentando con éxito variado.
“Despolarizar solo conduce a la irrelevancia o al panelismo televisivo. Más que de calma y vida familiar, los argentinos tenemos un deseo fundacional a toda prueba. Queremos la vida intensa y facciosa de los santos calvinistas. Lo que se juega a futuro es Cristina o Milei”.
El nuevo gobierno de Argentina busca transformar la estructura económica y social a través de una fenomenal redistribución regresiva del ingreso. De fondo, sin embargo, su objetivo es instalar una nueva visión del mundo, en la que los explotadores son benefactores sociales y los vínculos de solidaridad, un negocio aberrante.
Mientras somos testigos de insurgencias populistas de derecha en todo el mundo, debemos preguntarnos por qué la izquierda populista ha sido tan inepta y la derecha tan magistral a la hora de capturar el terreno de las emociones: la ira, la pasión, el amor, el deseo. Debemos alejarnos de la "teoría hidráulica", en la que el ascenso de la derecha está directamente relacionado con el declive de la izquierda y preguntarnos, en cambio, qué afirmaciones demagógicas particulares encuentran resonancia emocional entre la gente común y corriente en contextos tan diferentes como los Estados Unidos de Trump y La India de Modi. ¿Qué los convierte en terrenos igualmente propicios para la captura de la psique antidemocrática?
Algunas tecnologías aumentan la productividad, pero otras remodelan no solo nuestra sociedad, sino también nuestra fisiología. Sea cual sea el futuro de la inteligencia artificial, la estrategia socialista debe ser la misma: incrementar el poder del trabajo.
Un individualismo neoliberal y posmoderno -desarrollos degradados del ilustrado y liberal- que confluyen en una misma visión de “libertad”, ajena a todo imperativo social, centrada en la autosatisfacción de los deseos y en la mercadotecnia del yo. Un modelo hedonista, cuyo superego es la pantalla del celular que le permite bucear en una realidad sustitutiva como individuo propietario renuente a toda imposición social y desde luego, reproduciendo un modelo económico social al servicio del 1% más rico de la población mundial.
Los conservadores suelen invocar la ética del trabajo para atacar a los pobres y a los desempleados. Pero, en un principio, el concepto implicaba una crítica a la ociosidad de los ricos. Esa construcción narrativa tiene su puerto de llegada local en los "planeros". Debemos recuperar su sentido original.
En esta nota, Darío Capelli sostiene que la burla de Milei sobre el apellido de Lali Espósito, en un país que hizo de la lucha por la identidad una de las vigas fundantes de la vida democrática, constituye un acto de lesa civilidad. La falta de control emocional y la propensión al enfrentamiento constante por parte del presidente Milei, plantean serias dudas sobre su capacidad para liderar de manera responsable y sensata. Jacques Lacan señaló que la agresividad no puede ser reprimida sin consecuencias. En este sentido, las acciones de Milei podrían tener repercusiones negativas a nivel personal y político. La confrontación pública con Lali, es solo un ejemplo de la deriva emocional del presidente y su falta de sensibilidad social. No la ve, ni la siente.
Ante la necesidad de formación de cuadros ya evidente, creemos interesante compartir las palabras y reflexiones de un compañero que seguía con atención cada uno de los capítulos de cada temporada de la tira (se dice que cada tanto había metido la mano en algún guión, en algún encuadre); una intervención que, allá por 2008, en medio de un episodio curioso llamado “conflicto del campo”, traía y proponía pensar en un personaje singular que, a su entender, condensó en su vida y trayectoria buena parte de los elementos de la trama y de la dinámica de esta historia que sigue su curso. Nicolás Casullo, entonces, sobre John William Cooke, la izquierda, el peronismo, el sindicalismo, la organización política y todas esas cosas que, a su modo y por fortuna, persisten, hablan y mueven el mundo.
La originalidad de Lenin radica «en la relación entre pensamiento y política», opuesta a la figura moderna del «experto» que trata de aclarar los debates. Para Lenin, como para otras personalidades de principios del siglo XX, «era evidente que debía existir un vínculo entre la capacidad para dirigir una organización y pensar su presente». Pensar supone formación de cuadros. Se pueden discutir los soportes más eficaces y adecuados a la época para esa tarea, pero no la necesidad de formación, que supone siempre un esfuerzo. Hoy los peronistas - kirchneristas no lo estamos haciendo. A la demanda de "conducción , conducción", debemos agregar el de "formación, formación". Y esto siempre supone un esfuerzo.
En 1923, al menos en la mayor parte de Europa, los disparos habían cesado. Sin embargo, en Alemania, un grupo de jóvenes académicos pensaban que la agitación social que siguió a la Primera Guerra Mundial aún podía provocar una catástrofe y creían que un instituto de investigación social era un paso necesario para hacer frente a este desafío.
En este artículo, Claudio Véliz sostiene que todo lo que se libera en economía, retorna, invariablemente, con violencia en política; y que, por consiguiente, la economía de mercado es absolutamente incompatible con la democracia liberal. Solo al cabo de una persistente avanzada mediática que empobreció la palabra política, fue posible instaurar, una vez más, las pretendidas bondades de la desregulación y la liberación mercantiles.
Siempre recuerdo a Mariano Grondona diciendo "vivir mata" en un editorial existencialista que dio en su programa Hora Clave. Hablaba de hábitos, excesos y de los límites del autocontrol. Extras.
En este artículo audio visual, Raúl Cerdeiras intenta no callar algunas de sus inquietudes en torno al fracaso de lo electoral como posibilidad de cambio real para los pueblos, del significado que portan personajes como Javier Milei en el escenario político y también procurará poner en palabras la evidente derrota de los gestos progresistas frente a las crisis y el desgarramiento social. Su recorrido está signado por la crisis del marxismo, y refiere una posición de lectura de esta crisis referenciada en su amigo Alain Badiou, del que toma parte de su batería conceptual, particularmente el concepto de "Acontecimiento" para pensar la política como invención: "Un hacer venir al mundo lo que no existe aún". Con esta perspectiva se detiene en dos acontecimiento fundantes de una nueva invención política: Las Madres de Plaza de Mayo y la crisis del año 2001. El kirchnerismo en general Néstor y Cristina Kirchner en particular, pasan sin siquiera ser nombrados. Una gambeta que está muy de moda ahora mismo y no solo por parte de Raúl Cerdeiras que nunca se nombró como kirchnerista. Esta es tal vez a nuestro humilde entender, la mayor controversia de su discurso, el kirchnerismo creemos es un acontecimiento político. Sin embargo a pesar de esta ausencia notable, Cerdeiras logra momentos de gran intensidad teórica, cosa que otros que han "omitido, dado por concluído o superado" al kirchnerismo, obviamente no tienen.
Sostenía Rodolfo Walsh "han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes y mártires. Cada lucha debe empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores: la experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan. La historia parece así como propiedad privada cuyos dueños son los dueños de todas las otras cosas.” En esta nota Raúl Zaffaroni rescata del eterno presente propuesto por la historia oficial argentina, sustentado en la fake news de un pasado neocolonial glorioso, la figura de uno de los más importantes intelectuales de nuestra Patria Grande: Manuel Ugarte.
Tras algunas reflexiones audiovisuales sobre la psicosis ordinaria, muy pertinentes dado el pérsonaje de referencia, Hugo Presman entrecruza un cuento de Gabriel García Márquez, “Sólo vine a hablar por teléfono”, que integra el libro “Doce cuentos peregrinos”, donde por error una persona es internada en un neuropsiquiátrico con las propuestas, el DNU, el proyecto de ley, las insólitas designaciones del gobierno de Javier Milei. Su discurso en Davos exhibe una desubicación en tiempo y lugar que ubica al presidente de la Argentina en lo extravagante y a la Argentina como Conejillo de Indias de una experiencia sin antecedentes.
Por extraño que parezca, el ganador de la última edición (2022) del prestigioso “Paul A. Baran-Paul M. Sweezy Memorial Award” otorgado por Monthly Review Press es un texto publicado hace más de 50 años. Estamos hablando de uno de los “textos sagrados” de la llamada “teoría de la dependencia” marxista, a saber, la Dialéctica de la Dependencia del brasileño Ruy Mauro Marini (1932-1997). Pero la aparente extravagancia en realidad se resuelve fácilmente. El texto, publicado en español en 1973, de hecho nunca había sido traducido al inglés. La resolución de la primera paradoja, sin embargo, parece haber abierto otra: ¿cómo es posible que uno de los textos más importantes sobre la teoría de la dependencia nunca haya sido traducido al inglés ? A diferencia de la primera, esta segunda pregunta no tiene una respuesta inequívoca. El silencio y ocultamiento como estrategia política de dominación.
Los análisis muren cuando se estrellan contra el cemento. No hay palabras, solo acompañar el sufrimiento y tratar de que cese. Aquí una experiencia transmitida por el Profesor Alejandro Roffman que muestra mejor que cualquier papel al menos un segmento del gran cono de sombra que vamos a tener que atravesar como comunidad. Todo será peor de lo imaginado.