
Ajamu Baraka es editor y columnista de Black Agenda Report. Nos acompaña desde Caracas, Venezuela, donde fue observador en las elecciones nacionales celebradas recientemente. Hablaremos de lo que observó, el significado de los resultados y los intentos en curso de la derecha respaldada por Estados Unidos de desestabilizar al gobierno electo.

En el video Sasi Alejandre y Víctor Redondo analizan la nueva generación de guerra y de golpismo en este siglo XXI: el Cibergolpismo. Poniendo el foco en los casos desplegados contra Evo Morales en Bolivia, contra Andrés Manuel López Obrador en México y contra Hugo Chávez en Venezuela. Analizando ¿Cómo operan las granjas de bots, las campañas de desinformación, las infiltraciones en sistemas electorales o los sabotajes a infraestructuras estatales?
Con la participación de Ekaitz Cancela (filósofo y escritor de Utopías Digitales), Julián Macías (Pandemia Digital) y Ben Norton (periodista y editor de Geopolitical Economy Report). Adicionalmente un informe del PNUD sobre Venezuela y su economía, muestra el sesgo distorsivo de la información que circula en el sistema de medios dominantes y en diversos soportes.

Mucha discusión sobre las elecciones en Venezuela y la transparencia del CNE. Este análisis puede aportar al debate. Pero más alla del análisis específico, una pregunta es inevitable: ¿Cuál es el criterio que utiliza la dirigencia para juzgar la calidad institucional de Venezuela, en un país donde los medios encubren, el poder judicial no investiga y al gobierno lo integran sospechados por el intento de magnicidio a la ex presidenta @CFKArgentina? Al menos, es raro, ¿no?

He intentado compensar la desinformación de los medios occidentales sobre Venezuela. Muchas democracias occidentales, como Estados Unidos y Francia, también tienen violaciones a los derechos humanos. No defiendo ni exalto al gobierno de Maduro, pero tampoco lo critico con argumentos débiles, especialmente cuando otros países y líderes tienen prácticas similares o peores. Reconozco que Venezuela debe mejorar su institucionalidad, como Argentina, USA, Brasil, etc. pero es importante ser justos y no juzgar con una vara distinta. Los que denuncian a Maduro a menudo no tienen la autoridad moral ni política para hacerlo.

Internet es la vida misma. Con esta frase [en inglés, “The internet is real life”] comenzaba un artículo publicado en The Atlantic la mañana después del asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021 en Washington. “Internet es la vida misma” fue probablemente la mayor enseñanza de la década de 2010. La Primavera Árabe de 2011 fue nuestra primera lección. La juventud de toda África del Norte y Oriente Medio protagonizó manifestaciones para protestar contra el coste de la vida, el desempleo endémico y los regímenes autoritarios a que estaba sometida, organizándose en gran medida a través de las redes sociales.

Las notas que se “bajan” no solo circulan sino que se multiplican en calidad y cantidad. Cómo la torpeza de los censores ✂️2.0 puede llegar a tal extremo, es una de las incógnitas más notables en tiempo de redes e intercambios digitales múltiples. Bajen el ego que no son Google. La nota que se bajo, la subimos. Pasen y lean.

“La mente humana no es como ChatGPT y similares, un pesado motor estadístico para comparar patrones, que se atiborra de cientos de terabytes de datos y extrapola la respuesta conversacional más probable a una pregunta científica. Por el contrario, la mente humana es un sistema sorprendentemente eficiente e incluso elegante que opera con pequeñas cantidades de información; no busca inferir correlaciones brutas entre puntos de datos sino crear explicaciones. Dejemos de llamarlo inteligencia artificial y llamémoslo como 'software de plagio' porque no crea nada más que copias de obras existentes, de artistas, modificándolas lo suficiente como para escapar de las leyes de derechos de autor”.

Javier Milei discute con Pedro Sánchez para volverse una celebridad mundial y humillar a los otros políticos argentinos que lo miran desde abajo del ring, indistinguibles, sin ideas de qué es esto.

Cincuenta y cinco años después de su lanzamiento, el tercer álbum de CCR de 1969 todavía suena tan urgente, relevante e incendiario como el día de su lanzamiento.

Algo me dice que este correo de hoy atrasa bastante. Tiene que haber otros artículos mucho mejores sobre lo mismo. Los voy a buscar y linkear la próxima. Igual, denle una oportunidad.

A partir del caso israelí, la autora desarrolla en su libro La vida emocional del populismo un amplio análisis sobre la influencia de las estructuras afectivas en las «ideologías viciadas» y en las tendencias que, en el presente, parecen estar vaciando la democracia desde adentro.

La transformación digital se aceleró como nunca desde la pandemia y se potenció con la irrupción de la inteligencia artificial, pero también acentuó una brecha de desarrollo entre países que exige ahora multiplicar las inversiones en infraestructura pública para asegurar un futuro político y económico global sustentable.

Una vez finalizado el verano austral de 2024, sigue siendo incierto cuál será el destino del gobierno de coalición liderado por Lula. La evolución de las investigaciones de la Justicia sobre el golpe está acorralando al bolsonarismo, tras los testimonios de los comandantes del Ejército y la Fuerza Aérea. Pero la extrema derecha mantiene una contraofensiva tras la avalancha neofascista en la Avenida Paulista, buscando una posición de fuerza en las calles para influir en el Congreso. ¿Cuál será la dinámica de la situación?

Es muy notorio, algunos "referentes" de cierta fe kirchnerista pretérita, han "visto cosas" en el último año e iniciaron una "profunda autocrítica" poblando los medios en todos los soportes imaginables. Nada nuevo. Pasamos a explicar algunas de las condiciones teóricas de las autocríticas y el por qué hoy, insistimos, hoy, deben ser desestimadas.

Es muy significativo que dos días antes del ataque a Cristina Kirchner, el atacante se haya tatuado el sol negro. No sé si, necesariamente, el flaco estaba expuesto a esta cultura o los incitadores dejaron su firma. Pero, ver eso ahí hizo que se me enciendan todas las alarmas. Hay un componente fuerte relacionado con esta cultura, gente muy hecha mierda, grandes problemas de salud mental, socialización a través de sitios de esta índole, un combo importante.

La globalización de la economía capitalista se empalma con el método fascista para privatizar la estatalidad. Una prótesis de expansión de esa amalgama está en nuestros bolsillos: el celular, que propaga ese poder oscuro. No nos compramos un celu; nos abrimos a él, le permitimos entrar a nuestras vidas y le regalamos nuestro ser a un aparato propagador de un poder fascista.

Algunas tecnologías aumentan la productividad, pero otras remodelan no solo nuestra sociedad, sino también nuestra fisiología. Sea cual sea el futuro de la inteligencia artificial, la estrategia socialista debe ser la misma: incrementar el poder del trabajo.

En el Congreso de EE.UU., Mark Zuckerberg y otros poderosos empresarios tecnológicos debieron pedir perdón a las familias de las víctimas de sus plataformas. Algunos jóvenes se quitaron la vida por acosos online y uno de cada cuatro recibe propuestas indecentes.

Siempre recuerdo a Mariano Grondona diciendo "vivir mata" en un editorial existencialista que dio en su programa Hora Clave. Hablaba de hábitos, excesos y de los límites del autocontrol. Extras.

Solo en los videos producidos por sus equipos de comunicación en cuentas no oficiales para Tiktok, Milei lograba entre 1 y 20 millones de visualizaciones por cada contenido.
Le ocurre a gran parte de la dirigencia del campo popular de la Argentina que le apareció Milei en el marco de posibilidades cuando ya prácticamente era presidente. Impensable. Inasible. Un extraterrestre, un tipo que no se sabe de dónde vino.