Podemos adelantar que por cada punto de aumento en la pobreza y caída en la participación de los trabajadores en la distribución del ingreso, la imagen del personaje que hoy engalana el sillón de Rivadavia crece no uno sino dos puntos. Se trata de consultoras libertarias aunque de inspiración netamente trotskista, que curten el “Cuánto peor, mejor”
Pasados cinco años, la revuelta popular chilena de 2019 se ha desvanecido, pero sus huellas permanecen en los deseos que esa primavera hizo florecer. Las revueltas son acontecimientos impredecibles que fisuran el statu quo, es decir, interrumpen el normal curso de una gobernanza y ofrecen una ventana de oportunidades a las fuerzas transformadoras para impulsar cambios sociales de mayor o menor envergadura. Pero la oportunidad implica también un conjunto de problemas en el plano estratégico, de manera que la crisis del neoliberalismo no asegura el advenimiento de su ocaso.
En el acto de cambio de nombre del Centro Cultural Néstor Kirchner por Centro Cultural Palacio Libertad Domingo Faustino Sarmiento, Milei expresó: “Hola a todos, bienvenidos a uno de los primeros pasos para cambiar la historia. Historia que quisieron prostituir cambiando los nombres, ensuciando a los grandes héroes de esta patria. Es un placer estar aquí con todos ustedes inaugurando el Palacio de Libertad, Domingo Faustino Sarmiento. Quizás para algunos sea solo un simple cambio de nombre, pero para nosotros es el inicio de una nueva etapa donde enaltecemos la figura de nuestros más grandes próceres y símbolos nacionales para dejar atrás el culto a los políticos que arrastraron al país a la decadencia y a la humillación”.