Reagrupamiento Nacional quedó a las puertas del poder en la primera vuelta de las elecciones legislativas anticipadas, mientras diversos sectores buscan la forma evitar que Jordan Bardella, el delfín de Marine Le Pen, se vuelva primer ministro. La izquierda unificada en el Nuevo Frente Popular -que consiguió el segundo lugar- y el macronismo fuertemente debilitado buscan impulsar el voto barrera, que en la práctica aparece incierto.
Si sólo fuera Milei sería un hecho tenebroso de tratamiento médico. Pero es un sistema político desquiciado, con partidos políticos vaciados y una sociedad que vive penurias enormes, sacrificios que finalmente serán inútiles para mejorar su vida, pero amortiguados provisoriamente por una esperanza difusa de un futuro mejor, que buscó un cambio en la alternativa que conduce al final del camino a una hecatombe.
El proyecto político del Pacto Histórico pone el dedo en la llaga de bifurcaciones históricas: o autoritarismos para la muerte o democracia para la vida, o acumulación para la guerra u organización productiva para la paz. En Colombia se juega buena parte del futuro de América Latina, incluída La Argentina.