Las lecciones de las coaliciones progresistas que incumplen el mandato electoral son claras.
1- Avance de los sectores conservadores internos
2- Ruptura de la coalición
3- Derrota electoral a manos de la derecha.
Pasó en Brasil con Dilma, en Grecia con Tsypras, con la «geringonça» en Portugal, con el avance del PP ayer en España. En este sentido, restituir la centralidad de Cristina Kirchner, su liderazgo excluyente, es un gran paso para evitar acá este destino funesto. Ahora, solo cabe mejorar ingresos familiares en la coyuntura, un programa estructural y renovación generacional para sostenerlo.
Ante la crisis de gobernabilidad, los tradicionales partidos de la U, el Conservador, y César Gaviria del Partido Liberal (PL), rechazaron la agenda de gobierno de Petro, por ello les pidió la renuncia a su gabinete y comenzó a armar un nuevo esquema. El cierre de filas de Petro implicó el distanciamiento con los partidos tradicionales que lo apoyaron inicialmente en la elección -la coalición de gobierno era una amplia base de partidos- y con los “tecnócratas”, con el objetivo de priorizar el cumplimiento de sus propuestas. Ahora se enfocará en “gobernar con los suyos”. La apuesta contraria, la múltiple evidencia disponible en la región y la periferia de la eurozona, muestra que salió mal.
Luchador inclaudicable, Tosco en numerosas oportunidades, sufrió cárcel y fue torturado por su militancia política y sindical hasta que fallece el 5 de noviembre del año 1975, enfermo de cáncer y en la clandestinidad, bajo los cuidados paliativos de los médicos del Ejército Revolucionario del Pueblo, clandestinidad forzada por la persecución desatada sobre él por el gobierno peronista de Isabel Perón y López Rega.
Experiencia de gobierno justicialista tardía que desarrollara el terrorismo de Estado con la creación de la triple A, y sobre cuyas consecuencias internas y externas al justicialismo, aun el propio peronismo no ha reflexionado lo suficiente. Estos procesos tan conmocionantes no se producen sin costo político e histórico, y cuestionan firmemente el «tipo de unidad » atrapalotodo que el peronismo construyó históricamente para darse organización propia y de gestión, cuestionamiento que no se resuelve pasando el lampazo doctrinario o «peronómetro».