La estrategia del frente democrático está agotada, escribe Gastón Fabián. A partir de un ejercicio de análisis histórico, plantea que hoy la contradicción principal no es entre democracia y dictadura/tiranía, que fue la base de la pasada campaña, ya que la mayoría silenciosa que votó a Milei lo hizo desinteresada por la cuestión democrática. Luego de la experiencia fallida del Frente de Todos, no quedan dudas: hay que hacer más kirchnerismo.
A nuestro criterio, es el gravísimo intento de femimagnicidio perpetrado sobre Cristina Kirchner, el que sobredetermina las condiciones estructurales en la coyuntura específica en la que irrumpe Javier Milei como alternativa electoral y tras ganar las elecciones, la vía de gestión estatal de los discursos de odio. Es en esta perspectiva de análisis que la alianza Caputo-Milei excede largamente el “plano económico”. Veamos más de cerca este señalamiento que es un síntoma del tipo de gobierno que hoy se despliega en nuestro país.
El portaaviones insignia de la marina estadounidense, el buque USS George Washington, ahora de paso por mar argentino, es un arma destinada a que los países periféricos sigan siéndolo. Festejarlo es padecer un Síndrome de Estocolmo geopolítico. El portaaviones que estos días navega el mar argentino y chileno, y que el gobierno de Javier Milei saluda con entusiasmo, es un arma apuntada a la cabeza de China. Pero también a la nuestra.