«Los italianos tienen un proverbio», escribió Anthony Weldon, cortesano británico del siglo XVII, Anthony Weldon, «‘Si alguien te engaña una vez, suya es la culpa; pero si te pasa dos veces, la culpa es tuya'».
Hoy en día, solemos resumir ese viejo proverbio italiano a modo de: «Engáñame una vez, la culpa es tuya; engáñame dos veces, la culpa es mía».
La idea no era mala. De hecho, parece que algún miembro de Bruselas o Washington leyó algún pasaje de la historia del principio del siglo XX y decidió que la definición del destino de los intereses generados por los fondos congelados, expropiados o retenidos a Rusia, por parte del G7 a causa de la invasión de Ucrania, debería darse en la reunión de Ministros de Finanzas y Gobernadores de los Bancos Centrales del G7 realizada en mayo de 2024 en Stresa, Italia.
Son 72 senadores los que tienen el deber histórico de rechazar el delirio colonial, la entrega descarada y el cercenamiento de derechos contra el pueblo argentino aprobado por 142 diputados. La confesión de Sturzenegger.