El presidente de la Nación dijo que el Congreso es un nido de ratas. Es un insulto gravísimo, contra los y las representantes del pueblo que desarrollan en el Congreso su trabajo, contra el pueblo que los y las votó, pero, sobre todo, es una evidencia más de lo que piensa el presidente sobre la democracia y sus instituciones.
La política socioeconómica oficial replica la miseria planificada, como calificó Rodolfo Walsh a uno de los objetivos claves del programa económico de la última dictadura militar, cuyas consecuencias pueden verse claramente hasta hoy, y de la cual, el actual Presidente es heredero cabal. La arqueología del Psycho Killer es mundana y hay que buscarla en Martínez de Hoz, no tanto en Friedrich August von Hayek.
Así funcionan los Aparatos ideológicos. En el momento de la masacre de Gaza, genocidio liso y llano, sale «Zona de Interés» la película de Glazer (director judío inglés) sobre el holocausto. Multipremiada desde luego, la peli es muy buena cinematográficamente. Pero el contexto histórico en que se estrena le confiere su sentido. La especificidad de la crítica descontextualizada es la modalidad de aparición de la ideología sionista, en este caso. Y sucede en el momento en que las discusiones sobre el conflicto entre Palestina e Israel están saturadas de falacias y juegos retóricos. El vínculo entre Occidente y el Estado de Israel, marcado por el legado del Holocausto, juega un papel central en estos debates, incluso en la justificación del genocidio en curso.