“En cada país el proceso es distinto, pero el contenido es el mismo. El contenido es la crisis de la hegemonía de la clase dirigente, producida o bien por que la clase dirigente ha fracasado en alguna gran empresa política suya en la que ha perdido o impuesto por la fuerza el consenso de las grandes masas… La crisis crea situaciones inmediatas peligrosas, porque los diversos estratos de la población no poseen la misma capacidad de orientarse rápidamente y de organizarse con idéntico ritmo… Cuando la crisis no encuentra esta solución orgánica, sino la del jefe carismático, significa que existe un equilibrio estático (cuyos factores pueden ser diversos, pero en el que predomina la inmadurez de las fuerzas progresivas); significa que ningún grupo, ni el conservador, ni el progresista, tiene fuerza para hacerse eco en la victoria, y que incluso el grupo conservador tiene necesidad de un Amo.” Gramsci
Las elecciones de 2020 luego del golpe de Estado en Bolivia, que dieron como gran ganador al Movimiento Al Socialismo, no fueron suficientes para recomponer todo lo que la crisis de 2019 había agrietado. El resquebrajamiento ahora es tan profundo que ha llegado incluso a lo único que le faltaba dividir: el propio MAS.
Rocco Carbone sostiene que si es cierto que el Estado es un órgano de dominación, también es preciso agregar otra dimensión: se verifica que el Estado moderno representativo se comporta de manera distinta si se encuentra dirigido por un gobierno reaccionario o por un gobierno popular. Carbone agrega que el Estado actual puede ser mejorado, pero para ser mejorado antes debe ser cuidado; no destruido. Ese es un ejercicio intelectual de mirar al futuro.