El Trump que se perfila en su plan para Gaza, es más desequilibrado que lo que podíamos suponer. La idea de «tomar posesión de la Franja», desplazar a 1,8 millón de habitantes a países árabes vecinos, a fin de terminar de destrozar lo que queda en pie para luego construir “la Riviera de Oriente Medio” es tan absurda, delirante y ridícula, que no sabría si reír o llorar.