La derrota de Kamala Harris y el regreso al poder de Donald Trump van más allá de las debilidades de la propia candidatura de la vicepresidenta. Las contradicciones del proyecto demócrata –entre el partido de la globalización neoliberal y el partido histórico de los trabajadores– han llevado a una visión pro-statu quo resumida en la consigna «Estados Unidos ya es grande», lo que lo ha alejado de una gran parte de la población y lo ha vuelto ineficaz para frenar la «amenaza fascista». ¿Les resuena, evoca o rememora?
El gobierno del presidente Javier Milei se caracteriza por un uso superlativo de las mentiras, de las medias verdades, de exóticos cálculos matemáticos, de falsificaciones históricas, todo ello exhibido como verdades indiscutibles.
Edmundo González y María Corina Machado, el principal nombre propio del antichavismo, cuentan con algunos apoyos clave, en particular los de Argentina, Costa Rica, Ecuador, Perú, Panamá y, principalmente, Estados Unidos. También defienden la victoria de González otros como Alemania, Canadá, Francia, Italia, Japón o Uruguay –está por ver si el entrante gobierno de Yamandú Orsi modifica la postura de Montevideo–.El bloque oficialista, empero, cuenta también con apoyos significativos que han validado los resultados proclamados por el CNE. En la región, cuenta con el respaldo de Bolivia, Cuba, Honduras y Nicaragua; fuera de América Latina, le apoyan algunos como China, Irán, Rusia o Serbia.