En Estados Unidos, uno de los carniceros más prolíficos del siglo XX murió como vivió: amado por los ricos y poderosos, independientemente de su afiliación partidista. Henry Kissinger pasó su tiempo en la tierra organizando la matanza de millones de personas en nombre de los ricos y poderosos, cuyo respeto por él trascendía las lealtades partidistas. Que se pudra en el infierno.
Ayer en la Facultad de Ingeniería recordamos los 28 años de la Comisión de la memoria de la facu y a los no docentes, docentes y alumnos de ingeniería desparecidos por la ultima dicadura militar, de la cual son herederos directos los integrantes del gobierno recientemente electo. Me toco recordar al compañero y amigo Gustavo Alberto Groba. Les dejo un breve texto colectivo, compilado por su sobrina Mercedes, y un poema de su tío Humberto Constantini, que nos permiten imaginar en parte, quién fue Gustavo.
Tras el atentado de Hamás del 7 de octubre en el que murieron 1.400 israelíes, la clase política de Estados Unidos y de todo el mundo se apresuró a apoyar a Israel en el lanzamiento de su propia y brutal campaña de represalias. Hasta ahora, más de diez mil palestinos, en su gran mayoría civiles, han muerto por las bombas israelíes que han caído sobre escuelas, hospitales, mezquitas, iglesias y campos de refugiados. En este contexto de poderes represivos de Estado muy asimétricos, se explica cómo Hamás se convirtió en el rostro violento de la resistencia palestina.