En un escenario de triple empate, Sergio Massa debe lograr en este tramo de campaña dar señales concretas de mejoras en los ingresos -el candidato de Unión por la Patria ha prometido mejoras de ingresos para trabajadores formales, informales, jubilados y pensionados, como medidas paliativas-. Lenin sostenía que «la política es la expresión más concentrada de la economía» y si esto es así, el momento electoral es el summun de esa concentración.
El 15 de octubre se realizará la segunda vuelta electoral, cuyo resultado dependerá de varios factores. El primero de ellos es que Revolución Ciudadana potencie su peso regional en las seis provincias de la Costa ecuatoriana y en las tres provincias de mayor población —Guayas, Manabí y Pichincha— donde fue ganadora en la primera vuelta. Para ello deberá dar un giro en su discurso, pues si en la primera vuelta defendió lo que Rafael Correa hizo en el pasado, hoy se trata de proponer ofertas nuevas hacia el futuro, atendiendo los nuevos problemas que tiene la población. Revolución Ciudadana tendrá el desafío de ganar en flexibilidad, liderazgo y ampliar su electorado más allá del sector correísta.
El Movimiento Semilla y su candidato Bernardo Arévalo arrasan en el balotaje con 58.8 % de los votos frente a un 36.49 % de Sandra Torres, quien ha guardado silencio al confirmarse su derrota. Esta vez las encuestas atinaron y se evidenció con la palabra que se repitió durante los escrutinios en los centros de votación: “Semilla, Semilla, Semilla”. Ha sido una jornada de segunda vuelta marcada por 55 % de abstencionismo, pero que abre un escenario inédito e incierto en Guatemala, ya que las investigaciones que impulsa el Ministerio Público contra Arévalo y su formación política penden como una guillotina lista para ser soltada por la fiscal general Consuelo Porras y el fiscal Rafael Curruchiche. “Nosotros sabemos que hay una persecución política”, dijo Arévalo en su primera conferencia de prensa como presidente electo.