Las trágicas escenas que se desarrollan en Palestina e Israel son un escalofriante recordatorio de los horrores que genera la ocupación y de la urgencia de desmantelar los bloqueos y el sistema de apartheid de Israel.
Las peripecias del kirchnerismo tienen su marca en el origen, allá por el año 2003 cuando a Kirchner aún le llamaban Kissinger ( José Pampuro dixit). La sucesión de supuestos finales de la experiencia kirchnerista son ya innumerables, pero tuvieron su punto de máximo despliegue a partir del año 2008 y la llamada «crisis de la 125» , paradojalmente convertida en el momento identitario más potente del peronismo kirchnerista.
Así las cosas, mientras desde el espacio conceptual y político la derecha se propicia «la destrucción del kirchnerismo» (con más empeño práctico que teórico hay que decirlo), cuyo punto más alto fue el intento de asesinato de Cristina Fernández , desde el campo conceptual de la izquierda se analiza «la agonía del kirchnerismo» o «cuarto peronismo», según la taxonomía de Horowicz, como se puede leer en esta breve columna.
Hace dieciocho meses, la economista Isabella Weber se enfrentó a intensas críticas por culpar de la inflación a los beneficios empresariales despegándose del lugar común de «la emisión monetaria» como centro de la problemática. Ahora su análisis aparece regularmente en la prensa económica, y los ideólogos neoliberales se quejan. Este informe específico del CEPA, agrega a la base de las mega ganacias empresarias, la sobredeterminación de especulación con efectos electorales en un país polarizado, a la hora de analizar las causas de la inflación.