¿Qué implicaciones tiene la actual trayectoria de la «transición a la energía verde» para la justicia ambiental mundial? En su libro Resource Radicals, publicado en 2020, Thea Riofrancos describe los dilemas que surgieron en torno de las industrias extractivas en Ecuador, específicamente entre movimientos de izquierda que consideran el petróleo y otros recursos naturales como fuentes de riqueza nacional, y un movimiento antiextractivista que critica los daños ambientales y sociales asociados a la explotación de esos recursos. Es probable que la mayoría de las personas comprenda los problemas ambientales vinculados a la extracción de petróleo, pero con el crecimiento de las tecnologías renovables, también hemos sido testigos de la intensificación de las críticas al «extractivismo verde». ¿Cómo es ese tipo de extracción y qué diferencias existen entre la dinámica política de esta clase de actividad y la que Riofrancos estudió en relación con el petróleo?
En la campaña, previo al asesinato del candidato Fernando Villavicencio, el correismo lideraba cerca del 40% con chances de ganar en 1era vuelta. Es difícil suponer que el asesinato pueda favorecer a la candidata del correísmo, Luisa González. La simpatía con la víctima y la emocionalidad que acompañan un acontecimiento semejante están indisolublemente ligadas al hecho de que Villavicencio era el enemigo más frontal y declarado del correísmo en toda la carrera electoral. La dolarización es la clave que explica el lavado de dinero del narcotráfico en Ecuador. Apalancado por los cambios geopolíticos del mercado de droga y los acuerdos de paz en Colombia. Salen por los puertos de Ecuador donde la situación es idéntica a la de Rosario. Por lo tanto la propuesta de dolarización en Argentina no es una locura más de Milei. Sabemos hacia dónde nos pretenden llevar.
Para mucha gente, para esas mayorías a las que, sabemos, sí les cambia la vida, la política se ha transformado, en el mejor de los casos, en un ruido de fondo. En el peor, un estorbo vital, una condena que va más allá del letargo de la burocracia. “Si no me cambia la vida, al menos que no me la arruine más”.