La aprobación de la reforma jubilatoria en el Congreso esta semana desató la ira del presidente que retomó su habitual raid de entrevistas y discursos para explicar por qué la vetará por completo.
Cada mes de agosto, los principales banqueros centrales del mundo se reúnen en Jackson Hole, Wyoming, una estación de esquí situada en el centro de Estados Unidos, para un «simposio» organizado por la Reserva Federal de Kansas City. Los banqueros aprovechan esta oportunidad para debatir sobre la política monetaria y su eficacia para «gestionar la economía», en particular, «controlar» la inflación y proporcionar la cantidad adecuada de «liquidez» al sistema financiero.
Por primera vez en la historia, una debacle económica de dimensiones globales se combinó con el ápice de una crisis subjetiva del proletariado. Este es el contexto en el que la extrema derecha está ganando terreno.