El fascismo que nos gobierna es una herramienta del capitalismo que ayuda a perpetuar la dominación de una nueva clase social de características globales: la aristocracia financiera y tecnológica configurada por figuras como Elon Musk y Mark Zuckerberg.
En su obra clásica sobre el capital monopolista, Paul A. Baran y Paul M. Sweezy sostienen que, en la era del capitalismo monopolista, ha habido una tendencia al aumento del excedente económico, lo que hace necesario que el capitalismo encuentre constantemente nuevas formas de “absorber” los excedentes económicos cada vez mayores.
El relator de la ONU, Philip Alston, concluyó su informe a la ONU sobre la pobreza mundial señalando que “utilizando las tasas de crecimiento históricas y excluyendo los efectos negativos del cambio climático (un escenario imposible), se necesitarían 100 años para erradicar la pobreza según el umbral del Banco Mundial y 200 años según el umbral de 5 dólares al día (¡Agenda 2230!). Esto también requeriría un aumento de 15 o 173 veces del PIB mundial respectivamente”.