Con razón, se suele criticar al marxismo por su incapacidad para explicar la persistencia del nacionalismo en el mundo. Pero ya en 1900 el austromarxista Otto Bauer desarrolló una sofisticada y esclarecedora teoría que lo explica, y que hoy conviene que redescubramos.
La violenta devaluación propuesta por Javier Edgardo, la suba de precios, la quita de subsidios energéticos y el ajuste fiscal generan un conflicto social inminente, que ni Milei ni Mondino están en condiciones de entender y prever.
Halcones, palomas, derecha, ultraderecha, son categorías poco consistentes y obsoletas. La dinámica electoral que adquieren las democracias occidentales, parece mejor analizarlas con categorías sociológicas tradicionales como “bloque histórico”, robustas conceptualmente que politólogicas modernas de bajo desarrollo teórico, que buscan ver la “diversidad formal” allí donde la “unidad real” se impone de manera contundente y “urbi te orbi”. Pasó en España, pasó en Argentina, pasa en Holanda. Ya no hay atajos, es un nuevo bloque histórico, estúpido. Las consecuencias políticas de estas divergencias de miradas son enormes.