Especular sobre lo que puede suceder el domingo sin tener disponible el recurso de suministrar datos es complejo (arriesgar datos también).
De todas maneras, tengamos en cuenta que la sociedad argentina tuvo y tiene un amplio sector conservador de derecha activo y visible desde hace mucho tiempo, hoy las nuevas generaciones de esta especie, tienen dos candidatos disponibles para «expresarse». Segmento «ciudadano» ( digamos así) que no conocemos, ni nos interesa demasiado conocer. Hagas lo que hagas con ellos, te vas a equivocar.
El presente es parte de una serie de informes del Observatorio de Economía Urbana del Centro de Economía Política Argentina CEPA, que tienen por objetivo analizar la ejecución anual del presupuesto de la Ciudad de Buenos Aires desde el año 2016 hasta el 2022, el último ejercicio disponible.
Para ello, se analizará la ejecución presupuestaria de algunas reparticiones claves, como los ministerios de Salud, Educación, Desarrollo Humano, Espacio Público, entre otros. También se analizará específicamente el gasto en Medios y Publicidad que realizó el Gobierno de la Ciudad, y la subejecución presupuestaria en áreas claves.
Nací en Israel hace 44 años, soy judío, y hace más de tres décadas vivo en la Argentina. Desde entonces visité varias veces el Estado de Israel, anduve por ciudades y pueblos árabes, conversé con los denominados árabes israelíes (palestinos que quedaron dentro de las fronteras israelíes luego de la guerra que siguió a la autoproclamación del Estado de Israel en 1948), crucé los check points y recorrí los territorios ocupados. En especial caminé Hebrón más de una vez —una de las ciudades palestinas con fuerte presencia militar y de colonos israelíes— y conversé con familias y jóvenes palestinos residentes ahí. No tuve la suerte de conocer Gaza. Para alguien con nacionalidad israelí es prácticamente imposible hacerlo desde hace 16 años.