En enero de 1918 tuvo lugar en Moscú uno episodio tan poco conocido como bizarro: un proceso judicial contra Dios, que era acusado de crímenes contra la humanidad. La sentencia fue unánime, y se lo condenó a muerte por fusilamiento.
Rocco Carbone propone en este artículo una reflexión en torno a la pregunta por la caracterización del actual experimento libertariano como fascismo, haciendo foco en el modo psicológico o emotivo de ser fascistas.
El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca el próximo lunes 20, acompañado por una corte impresionante de tecnoplutócratas , significará una parteaguas en la política global y que nuestro país no quedará precisamente al margen de esa tendencia.