
Líderes europeos, latinoamericanos y caribeños cerraron dos días de su primera cumbre birregional en ocho años con tibios resultados en términos de cooperación, escasos avances en terrenos pendientes de definición, como el acuerdo de libre comercio UE-Mercosur, y al borde del desacuerdo sobre la guerra en Ucrania. No es para menos.

En septiembre de 2022, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) informó que el número de personas afectadas por el hambre había aumentado en 2021 hasta llegar a 828 millones, lo que significa un incremento de unos 46 millones en relación a 2020 y de 150 millones desde 2019. En total, en 2022 se estimaba que 3.100 millones de personas no contaban con una dieta saludable. Y, sinceremos, habrá millones más.

"Lo que el cambio climático está haciendo es sobrecargar los eventos climáticos", dijo Rachel Cleetus, de la Unión de Científicos Preocupados. "Donde hay períodos secos, ahora hay megasequías. Este ciclo también es muy peligroso, porque cuando tienes tierra muy seca que está desprovista de vegetación, cuando llueves obtienes deslizamientos de tierra". Añadió: "Quiero enfatizar que este es un cambio climático causado por el hombre y esto está sucediendo debido a la quema de combustibles fósiles".

Las propuestas de las derechas es dar una vuelta de tuerca reaccionaria a todo lo que representa derechos y libertades. Hay que impedirlo, pero el actual régimen, con su capitalismo de amiguetes y limitación de derechos, ha creado el caldo de cultivo para ese giro reaccionario. Un cambio de rumbo es pensar un país con valores y contenidos sociales para la gente trabajadora, una perspectiva republicana social y democráticamente avanzada.

El mito según el cual la inversión extranjera como ha demostrado en múltiples estudios el profesor de la Universidad de Harvard, Dani Rodrik, constituye un importante factor de desarrollo social y de crecimiento económico, se vuelve a derrumbar con el más reciente informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

Como explicamos en la primera parte de este informe, el mundo industrial se está reconfigurando. El escenario internacional ha asistido en las últimas tres décadas a transformaciones aceleradas en lo tecnológico, geopolítico y lo productivo. Tras la crisis 2008-2009, la política industrial ha retornado al centro de la escena.

Una expresión tan recurrente como inquietante es el empleo de banderas con el escudo franquista en los actos de protesta contra el nacionalismo catalán. Esta práctica execrable desnuda el doble rasero de la institucionalidad y la justicia españolas, que persiguen con vehemencia cualquier crítica a la Corona, así como todo mensaje que pueda interpretarse como favorable al extinto grupo armado ETA (Euskadi Ta Askatasuna, “País Vasco y Libertad” en euskera), pero no cuando se reivindica al franquismo. Sin embargo, debe recordarse que la demonización del nacionalismo catalán y ETA, también fué impulsada por la coalición progresista de gobierno.

Hace casi 50 años, el obrero metalúrgico y economista Harry Braverman publicó Trabajo y capital monopolista. En él mostraba cómo los empresarios utilizan la tecnología para desempoderar a los trabajadores, pero que al tomar el control del proceso laboral, los trabajadores pueden liberarse de la monotonía.

En promedio en toda la OCDE, las ganancias por unidad de producción aumentaron alrededor de un 22 % desde finales de 2019 hasta el primer trimestre de 2023, mientras que los salarios por unidad de producción aumentaron alrededor de un 16 %. en promedio (no ponderado) en toda la OCDE, las ganancias por unidad de producción aumentaron alrededor de un 22 % desde finales de 2019 hasta el primer trimestre de 2023, mientras que los salarios por unidad de producción aumentaron alrededor de un 16 %.Por otra parte tratar de reducir los aumentos de precios restringiendo los aumentos de ganancias mientras permite que los aumentos salariales de los trabajadores se pongan al día podría causar una caída a medida que los empleadores reducen su fuerza laboral para detener el aumento de los costos laborales. Eso significaría un aumento del desempleo. Sí, eso es lo que sucede bajo un sistema de producción impulsado por las ganancias. Sin regulación estatal dura, estamos jodidos.

Con la llegada de la democracia no se investigaron las violaciones a los derechos humanos, reconociendo amnistías mediante mecanismos como la Ley de Caducidad del Ejercicio de la Pretensión Punitiva del Estado de 1988, donde el Estado uruguayo renunció al juicio penal a los responsables. Estos obstáculos no han parado la búsqueda de verdad, justicia y memoria. Se intentó poner un plebiscito, derogar esta ley, pero no se consigue.

En esta primera de dos entregas sobre la política industrial en el mundo, explicamos dos asuntos críticos para entender la problemática: cómo todos los países formalizaron expresamente políticas productivas donde la industria es protagonista y por qué la industrialización es el objetivo y no un capricho. Esa afirmavión que pareciera de perogruyo, en rigor no lo es y bajo la tutela del FMI, industrializarce, una utopía.

Esta imagen de colapso electoral es el resultado de una larga mutación política. En la derrota política y electoral de 2023, SYRIZA tuvo que hacer frente al legado del pasado: la traición de las esperanzas de los trabajadores y el pueblo en 2015, la política neoliberal del gobierno de Tsipras en 2015-19, el miserable acuerdo con los acreedores en 2018, falsamente llamado la “salida de los memorandos”, mientras que en realidad perpetúa todas sus “regulaciones” Pero también pagó el precio de una política de derecha absolutamente errónea en las elecciones: la “ampliación” de SYRIZA hacia el centro político, el llamamiento y la referencia a las clases medias, la identificación con la socialdemocracia europea, la evaporación organizativa del partido y el papel de líder supremo absoluto de Tsipras, los compromisos mínimos y contradictorios hacia las reivindicaciones de las masas trabajadoras y los pobres, etc. El resultado es una abrumadora derrota electoral que constituye, sobre todo, una pesada derrota conceptual y política.

En China, la participación del trabajo en los ingresos nacionales no dejó de mermar desde mediados de los años 1990, es decir, siguió la tendencia mundial. Esto provocó cierta resistencia de parte de la clase obrera, pero todo indica que el proceso perdió fuerza durante los últimos años, cuando los salarios empezaron a aumentar a un ritmo acelerado. En 2019, los casos de protestas obreras habían descendido casi a la mitad de los niveles registrados en 2016, y en 2020 volvieron a caer abruptamente. Esto no significa en absoluto que en China las relaciones de clase sean armoniosas. Pero, por el momento, no parece ser el centro mundial de la resistencia obrera.

La disminución desigualdad global está impulsada por el crecimiento de los ingresos de un solo país: China. Pero al mismo tiempo que el rápido crecimiento de China redujo el índice general de desigualdad global; dentro de las economías del bloque imperialista, la desigualdad ha aumentado en casi todas las principales economías.

Nacionalizar empresas ya no es un tema tabú para ningún estado. En otras épocas, no muy distantes de las actuales, entre 1980-1990, la primera ministra británica Margaret Thatcher revolucionó la economía británica. Su desastre económico mutado a éxitos por los medios hegemónicos inspiró al resto de los países europeos y latinoamericanos para que adoptaran políticas liberales. El modelo de privatización y desregulación de Thatcher coincidió con el colapso de la Unión Soviética en 1991. Fue el fin del auge de la empresa pública.

La meritocracia es fundamentalmente la idea de organizar la sociedad como si fuera una carrera en la que gana el mejor (el más talentoso, el más trabajador). Pero para que haya (algunos) ganadores, también debe haber (muchos más) perdedores. La meritocracia no es el fin de la sociedad de clases, presupone su conservación.

¿Puede considerarse “progresista” alguien que ataca reiteradamente a Cuba, Venezuela y Nicaragua, sin considerar las graves agresiones de Estados Unidos contra esos países?

La pandemia llegó en un momento en el que en el mundo había una agitación social muy interesante que, en cierta manera, cuestionaba el sistema. Podría haber nacido algo distinto de allí. Hoy, sin embargo, es la derecha más radical la que está marcando el rumbo con una violencia extrema, y la izquierda está claramente a la defensiva.

La angustia ahora es sobre la persistencia de la inflación. Reducirla al 2 por ciento es el grito de batalla. Como lo fue hace medio siglo, este es un argumento político profundamente conservador disfrazado de necesidad económica

Las perspectivas de la economía mundial han mejorado ligeramente en los últimos meses, pero el ritmo de expansión del comercio en 2023 seguirá siendo mediocre, afectado por la guerra en Ucrania, la inflación, políticas monetarias más duras y la incertidumbre financiera, todo en contra de los países en desarrollo exportadores de materias primas e importadores de alimentos, según la OMC. Los distintos escenarios que plantea la economía en 2023, según Nouriel Roubini.